Tener animales en condiciones higiénico-sanitarias inadecuadas.
Que puedan perjudicar la salud de las personas o del resto de los animales.
Tener animales rurales en zonas urbanas.
En caso de agresión a una persona o a otro animal, no comunicarlo en el plazo de 24 horas a los servicios municipales el propietario o poseedor de dicho animal.
Así como no facilitar su control sanitario.
Tener animales en viviendas o pisos de forma que ocasiones molestias al resto de vecinos.
También en lugares públicos, en especial si molestan a niños, ancianos o personas con minusvalía.
Bañar a los animales en el mar en los lugares no acotados para ello.
Así como en fuentes y estanques públicos.
Pasear a perros en lugares públicos sin bozal.
Especialmente aquellas razas calificadas de peligrosas.
No llevar la documentación censal de tu mascota en lugares públicos.
Tener animales en azoteas, terrazas de pisos y espacios comunitarios.
No recoger, como propietario de tu mascota, sus excrementos en espacios públicos.
Deberás recogerlos en una bolsa impermeable, cerrarla perfectamente y tirarla en una papelera o contenedor.